Tensión del hilo: qué es y cómo controlarla

Cuando se trata de tejer, ya sea con agujas, ganchillo o telar, uno de los factores más importantes para lograr un buen resultado es la tensión del hilo. Es un detalle que muchas veces se pasa por alto, pero que puede cambiar por completo el aspecto, la forma y hasta el tamaño de tu proyecto final.
En este artículo de Don Ovillo, te explicamos qué es la tensión del hilo, por qué es tan importante y cómo puedes aprender a controlarla según el tipo de lana, algodón o hilo que estés usando.
¿Qué es la tensión del hilo?
La tensión del hilo se refiere a la fuerza con la que sujetas y manejas el hilo mientras tejes. Esta tensión afecta directamente a:
- El tamaño de los puntos
- La apariencia general del proyecto
- El grosor de la labor terminada
- La elasticidad del tejido
Una tensión muy apretada hará que el tejido quede duro, tirante y más pequeño. En cambio, una tensión muy floja hará que los puntos queden poco simétricos, sueltos y que a la larga el tejido pierda forma.
¿Por qué es tan importante?
Mantener una tensión constante durante todo el proyecto es esencial si quieres que tu pieza tenga un acabado uniforme, además, permite que el proyecto tenga el tamaño correcto según el patrón, hace que las costuras y uniones se vean más cuidadas y asegura que el hilo o lana se aproveche correctamente (sin usar de más ni de menos).
¿Cómo controlar y ajustar la tensión del hilo?
Aquí tienes algunos consejos prácticos que te ayudarán a dominar la tensión en tus tejidos:
1. Haz una muestra antes de comenzar
Siempre es recomendable tejer una muestra pequeña antes de comenzar el proyecto final. Así puedes comprobar si estás logrando el número de puntos y filas indicado en el patrón. Si no coincide:
- Usa un número de aguja más grueso si tejes muy apretado.
- Usa un número de aguja más fino si tejes muy flojo.
2. Ajusta la forma de sujetar el hilo
Observa cómo estás sosteniendo el hilo. ¿Lo tensionas con un solo dedo? ¿Pasa entre los dedos con mucha presión? Cambiar ligeramente la forma de agarrarlo puede ayudarte a soltar o apretar la tensión.
3. Practica con diferentes materiales
La tensión también cambia según el material. Por ejemplo:
- El algodón suele ser menos elástico, así que es más fácil tensarlo de más.
- La lana tiene más flexibilidad, por lo que se adapta mejor, pero también puede variar con el calor de las manos.
- Los hilos finos requieren más control, ya que cualquier variación se nota enseguida.
En Don Ovillo puedes encontrar ovillos de todos estos materiales, ideales para probar y encontrar el que mejor se adapta a tu mano.
4. No aprietes el hilo al tirar
Cuando pasas el hilo a través del punto, evita estirar de más. El movimiento debe ser suave y uniforme.
5. Revisa tu postura y ritmo
Si estás tensa o tejes con mucha prisa, puedes apretar sin darte cuenta. Tómate tu tiempo y mantén una postura cómoda para que el hilo fluya con naturalidad.
No existe una única tensión “correcta”. Cada persona tiene su propio estilo al tejer. Lo importante es lograr una tensión constante y conocer cómo puedes adaptarla según lo que estés haciendo.
Conclusión
Dominar la tensión del hilo no es algo que se logra en un solo día, pero con práctica y los materiales adecuados, tejer se vuelve una experiencia mucho más fluida y satisfactoria. Y recuerda: una buena tensión hace la diferencia entre un proyecto que simplemente "funciona" y uno que se ve hecho con mimo y experiencia. ¡Anímate a practicar junto con Don Ovillo y notarás el cambio!
Deja tu comentario. Cancelar comentario